Conecta con la esencia más natural: descubre la magia de La Gomera
En pleno océano Atlántico y a menos de 50 minutos en ferry desde Tenerife, se encuentra La Gomera, una joya todavía desconocida para muchos. Pequeña, salvaje y auténtica, esta isla canaria es un refugio de tranquilidad, naturaleza y tradición, donde el tiempo avanza despacio y cada rincón invita a desconectar.
Desde Bancal Hotel & Spa, podrás explorar fácilmente todos sus atractivos: sus pueblos llenos de historia, sus playas vírgenes, sus senderos con vistas espectaculares y el bosque milenario que cubre su corazón. Aunque la isla es pequeña, sus paisajes montañosos y carreteras panorámicas hacen que la mejor forma de recorrerla sea alquilando un coche, algo que incluso podrás gestionar directamente en el hotel para descubrir cada rincón a tu ritmo.
San Sebastián de La Gomera
A solo 5 km del hotel se encuentra San Sebastián de La Gomera, la capital y principal núcleo urbano. Aquí llega el ferry desde Tenerife y La Palma, lo que convierte nuestra ubicación en el punto de partida ideal para comenzar tu aventura sin complicaciones.
Este acogedor pueblo costero conserva un valioso patrimonio histórico vinculado al paso de Cristóbal Colón y está lleno de rincones con encanto: calles empedradas, balcones de madera, museos, plazas y restaurantes donde saborear platos tradicionales como el almogrote o las papas arrugadas con mojo.
Playas
La Gomera es un paraíso natural que conserva playas vírgenes de arena negra volcánica, aguas limpias y paisajes salvajes. Muy cerca del hotel, a tan solo 2 km a pie, se encuentra la Playa de Ávalos, una bahía escondida y tranquila perfecta para nadar, tomar el sol o simplemente dejarse llevar por el sonido del mar.
Además, toda la isla está salpicada de pequeñas calas y playas salvajes rodeadas de acantilados y palmerales, lugares ideales para disfrutar del océano en un entorno sin masificaciones.
Parque Nacional de Garajonay
En el corazón de la isla se encuentra el Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este bosque de laurisilva subtropical, superviviente de la Era Terciaria, es uno de los ecosistemas más antiguos de Europa.
Sus senderos atraviesan paisajes cubiertos de niebla y vegetación exuberante, y conducen a miradores con vistas impresionantes al océano y a las islas vecinas. Es un lugar ideal tanto para los amantes del senderismo y la naturaleza como para quienes buscan un espacio de silencio y contemplación.
